Si tu sueño es viajar a los Alpes o a cualquier destino de invierno para deslizarte por la nieve, pero no te has atrevido -o quizá tienes dudas sobre este atrevido deporte-, ¡no temas! Los siguientes consejos harán que sea una experiencia inolvidable.
Lo que no debes olvidar
Prepara tu cuerpo
Esquiar es un deporte muy intenso, por ello es conveniente preparar nuestro cuerpo para evitar posibles lesiones; sobre todo si tenemos una vida sedentaria. Se recomienda tonificar las piernas y los glúteos corriendo, caminado, o bien, practicar algún deporte aeróbico que nos permita estar en buen estado físico antes de subir a la montaña.
Ropa adecuada
La ropa debe ser abrigadora y cómoda, con tres capas será suficiente. La primera genera calor; es recomendable usar mallas y camisetas térmicas sin costuras. La segunda debe ser impermeable para evitar mojarse cada vez que se toque la nieve.
La última debe ser aislante, se debe pensar en prendas que se puedan quitar fácilmente en caso de tener calor en las pistas. No olvidar manos, cuello y cabeza. Se sugiere optar por guantes y gorro transpirables e impermeables, y una bufanda para el cuello que ayude a mantener el rostro caliente.
Protege tu piel
Los rayos del sol en lo alto de la montaña y su reflejo en la nieve resultan muy dañinos, ya que pueden provocar quemaduras en la piel. Por eso es indispensable usar protector solar (con un FPS de 30 o superior), aplicarlo en manos, rostro y labios, y usarlo antes, durante y después de esquiar.
Se recomienda usar gafas, de preferencia máscaras que aumentan la protección de los ojos ante ventiscas, rayos del sol, frío, ramas de árboles y otros impactos. Las gafas deben ser polarizadas y con protección UV. Otro equipo que previene lesiones: el casco, que tiene que ajustarse bien a la cabeza y su correa a la barbilla.
Selección de equipo
Las botas se eligen de acuerdo con el nivel de esquí, la talla y horma del pie. La talla se basa en el sistema Mondopoint, desarrollado por la Organización Internacional de Normalización (ISO), en el que el tamaño y el calce corresponden a la longitud y el ancho real del pie, expresado en milímetros.
Para los principiantes, se recomiendan botas con un índice Flex 60 o inferior -el índice de Flex mide el grado de rigidez de las botas y cuantifica el esfuerzo necesario para doblar el calzado hacia adelante. El índice Flex también lo definen la altura, el peso y el nivel de pericia sobre la nieve.
Se aconseja un Flex inferior a 60 para los novatos; entre 70 y 90 para los que tienen un buen nivel; y superior a 100 para los expertos, con mayor rigidez en la bota se controlan mejor los esquís.
En cuanto a los esquís, para principiantes o aficionados, lo mejor es optar por unos polivalentes que se adapten a todo tipo de pendientes y formas de deslizarse. Además del nivel de pericia, es importante tomar en cuenta la altura y el peso del esquiador.
Es indispensable contar con un Forfait o Ski Pass, que es el pase para acceder a las pistas de esquí y hacer uso de los teleféricos para subir o bajar de las montañas.
Aliméntate bien
Antes de subir a las pistas, es fundamental tomar un buen desayuno e hidratarnos bien, esto nos ayudará a evitar calambres o deshidratación. Durante la práctica, hay que beber mucho líquido y consumir algún alimento calórico para no perder la energía.
De vez en cuando, se debe hacer una pausa para reponer fuerzas, tomando barritas energéticas, chocolate o frutos secos y, por supuesto, agua.
¡Disfruta!
No te pierdas del llamado après-ski, que es nada menos que una serie de actividades sociales y de esparcimiento que incluye comida, bebidas, fiesta, spa, las cuales cierran con broche de oro una intensa jornada de esquí.
Lo que no -bajo ninguna circunstancia- debes hacer
Esquiar fuera de la pista: mantenerse dentro de los senderos marcados y nunca traspasar los límites del área de esquí o de las áreas cerradas. Atender las señales de advertencia como ‘Zona de esquí lento’ o ‘Precaución’. Esquiar en sectores de alto riesgo rompe cualquier norma de seguridad, sobre todo en temporada de nevadas.
Respetar pistas de esquí
Ser consciente del nivel de dominio del equipo y de la capacidad técnica para esquiar, y así no pretender deslizarse por una pista que no le corresponda. De menor a mayor dificultad, las pistas se clasifican por colores: verde, azul, roja o negra.
Esquiar solo o lastimado
Abandonar al guía especializado, falta de conciencia y respeto por las reglas básicas del esquí. Ante cualquier eventualidad, esquiar sin supervisión, pone en riesgo la vida o incrementa el daño, lo más recomendable es revisar cualquier incidente por pequeño que sea.
Esquiar con la nieve convertida en hielo
La nieve suele endurecer al término de la temporada, lo que conlleva un alto riesgo de caídas y fracturas.
Detenerse
Nunca se debe parar en mitad de una pista para charlar, o en medio de un sendero, ni en ningún lugar que no sea visible desde una altura -por ejemplo, debajo de un salto.
Zigzaguear a lo ancho de la pista
Aunque existen pistas de tramos anchos, hacer slálom a lo ancho y largo de la pista, resulta molesto para los demás y puede provocar un choque con otros esquiadores.
Cortar el paso
Antes de pasar, o al cambiar de pista o de dirección, hay que asegurarse de que no hay nadie cerca, ya que, aunque el esquiador que se encuentra en la parte baja tiene prioridad, el que viene bajando no puede frenar y parar en menos de 10 metros.
Asimismo, se debe advertir a otros esquiadores de su paso en un sendero estrecho, gritar “a la derecha” o “a la izquierda” para que sepan que alguien viene detrás y evitar accidentes.
Teleféricos
Algunas situaciones que se deben evitar al abordar: gritar cuando se está arriba y dejar un asiento vacío en las sillas.
Bastones hacia arriba
Los bastones deben ir siempre hacia abajo, incluso cuando se está esquiando o al caminar, ya que tienen una punta que puede lastimar.
Sin lugar a dudas, cumplir el sueño de esquiar en la nieve traerá grandes experiencias a tu vida, las cuales se intensifican cuando las planeas para evitar complicaciones.
Fuente: Club Med, cadena hotelera All-Inclusive