31% de los freelancers en Latinoamérica, tienen más de 39 años, y 13% de ellos rebasan los 50 años, según cifras de Workana. Estos porcentajes muestran a un sector de trabajadores con amplia experiencia laboral que migraron de un modelo de trabajo convencional a uno remoto, o que complementan sus actividades de oficina con proyectos adicionales trabajando de manera independiente.
De acuerdo con información proporcionada por la plataforma, 32% de los freelancers pertenecientes a este grupo de edad laboran en proyectos relacionados con redacción y contenidos; 18% con IT y programación; 14% en el área de ingeniería y arquitectura; 13% en marketing y ventas; 10% en diseño y multimedia; 8% en finanzas y negocios y el 5% restante trabaja en legal y soporte administrativo.
La experiencia de los freelancers latinoamericanos en esta categoría es un factor que los hace destacar y ser competentes dentro de esta alternativa de empleo. “El freelance es una tendencia que ha ganado terreno entre las nuevas generaciones, sobre todo con centennials y millennials, pero una tercera parte de los profesionales remotos superan los 39 años y son parte complementaria ideal para las empresas, debido a su alto nivel de experiencia y profesionalismo adquirido”, destaca Guillermo Bracciaforte, cofundador de Workana.
Para los trabajadores remotos de edades más avanzadas, el trabajo independiente significó un cambio a la manera en que habían laborado anteriormente, sobre todo por los avances tecnológicos que han facilitado laborar de forma remota y les requieren actualizarse profesionalmente. Sin embargo, esto también ha sido una vía para explorar otras áreas profesionales y adquirir más clientes. Juan Manuel D’Acosta, freelancer de 60 años inscrito en la plataforma Workana, lo describe como “la mejor alternativa para trabajar sin importar la distancia”.
Juan Manuel ha sido freelancer desde los 35 años en proyectos creativos, propuestas publicitarias y como terapeuta personal, donde ha puesto en práctica su formación profesional. Más que encontrar barreras por su edad, ha encontrado diferentes oportunidades de empleo debido a su experiencia y a las propuestas que desarrolla para sus clientes potenciales, lo que lo hace destacar entre la competencia.
“Ser freelancer no es sencillo, muchas veces te encuentras con ofertas laborales que no satisfacen tus objetivos o no todas tus propuestas son aceptadas, pero es algo que te brinda nuevas experiencias, como tener proyectos en otros países, con la ventaja de poder realizarlos desde casa”, comenta D’Acosta.
La variante de la edad está lejos de ser un factor limitante al momento de postularse o ser contratado para algún proyecto, pues las necesidades de la empresa y las condiciones de colaboración entre ambas partes son las variables importantes para cerrar un proyecto.
Las características principales que requiere este nicho para captar nuevos clientes y retener a los conocidos son:
- Adaptabilidad: Conocer y emplear herramientas digitales que les permitan mantenerse en contacto con los clientes, de forma que realicen propuestas y presentación de resultados de manera más creativa, y congenien con la dinámica de trabajo de cada proyecto y empresa.
- Actualización: Estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías del sector en el que ofrecen sus servicios y complementar con su experiencia previa los vuelve más atractivos para el mercado laboral.
“Como freelancer es necesario ‘ranchear’, ir de puerta en puerta y posicionarte como la mejor opción para los clientes. Además, hay que estar en constante actividad, leer sobre las nuevas tendencias y casos de éxito de los sectores en los que participas. Yo estudio constantemente el mercado, refresco mi conocimiento y eso me permite generar mejores propuestas, más completas y adaptadas a cada cliente”, comparte Juan Manuel.
La dinámica del trabajo remoto y la manera en que los freelancers mayores de 39 años combinan su experiencia con nuevas tecnologías les permite desarrollar materiales, cursos y actividades para compartir su conocimiento con otros profesionales, e incluso los convierte en mentores de las nuevas generaciones.
“La clave para las empresas es aprovechar las ventajas que el independiente ofrece en cuanto a tiempo de transporte, ahorro de recursos y gestión del trabajo a partir de objetivos; para los profesionales mayores de 39, es la técnica del pescador: mucha paciencia y no dejar de perseguir nuevas oportunidades”, asegura Juan Manuel D’Acosta.