¿Qué le pasa a tu cerebro cuando aprendes idiomas? Mitos y verdades

¿Qué le pasa a tu cerebro cuando aprendes idiomas? Mitos y verdades

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Con tendencia se incita a las personas a aprender una segunda lengua; los motivos suelen ser distintos y muy diversos. En algunos casos van desde un mero gusto personal o por el estatus que da el hablar otro idioma, hasta por razones profesionales, como obtener un mejor empleo.

En cualquier caso, lo cierto es que sus beneficios van más allá del aspecto social y llegan al ámbito de nuestra salud cerebral; es decir, aprender nuevos idiomas incide en nuestra “supermáquina”, el cerebro. Pero ¿sabes cómo? Aquí algunos mitos y realidades al respecto que el neurólogo Felipe Vega Boada, académico del Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, despeja.

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Mito #1: “Solo se aprenden idiomas en la infancia”

La verdad: ¡Tu cerebro adulto está más que listo! Si bien es cierto que el cerebro infantil (especialmente antes de los 10 años) tiene una plasticidad extraordinaria y facilidad para absorber sonidos y estructuras gramaticales de forma casi intuitiva, la capacidad de aprender no se apaga.

  • Lo que pasa: En la adultez, el aprendizaje es más analítico y consciente. Puede requerir más esfuerzo, pero las áreas cerebrales involucradas (como el hipocampo y la corteza prefrontal) siguen creando y fortaleciendo conexiones neuronales.
  • Conclusión: Es un camino diferente, no uno cerrado. Nunca es tarde para empezar.

Verdad #1: “Un escudo cerebral: retrasa la aparición de demencia”

Este es uno de los hallazgos más sólidos y alentadores. Aprender y usar varios idiomas no es solo un logro cultural; es una inversión en salud mental a largo plazo.

  • La evidencia: Estudios en poblaciones bilingües de India y Europa muestran que el diagnóstico de enfermedades como el Alzheimer o la demencia vascular puede retrasarse entre 4 y 6 años en comparación con personas monolingües.
  • La razón: El Dr. Vega Boada lo explica como un fortalecimiento de la “reserva cognitiva” y la plasticidad cerebral. Hablar varios idiomas crea una red de conexiones más densa y resiliente, lo que le permite al cerebro compensar mejor los daños.

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Verdad #2: “El cerebro bilingüe es estructuralmente diferente”

No es una metáfora: el cerebro de quien maneja varios idiomas experimenta cambios físicos y funcionales medibles.

  • Más conexiones: Se fortalece la sustancia blanca (las “autopistas” de información) y aumenta el grosor en áreas de la corteza cerebral relacionadas con el lenguaje y el control ejecutivo.
  • Más eficiencia: Estas modificaciones mejoran la comunicación entre diferentes regiones del cerebro, agilizando funciones como cambiar de tarea, resolver problemas y concentrarse filtrando información irrelevante.

Mito #2: “Los políglotas son más inteligentes”

La inteligencia es un concepto complejo y multifacético. Aprender idiomas no te da un coeficiente intelectual (CI) más alto por defecto.

  • Lo que realmente desarrolla: Lo que se potencia son habilidades cognitivas específicas:
    • Función ejecutiva mejorada: Mayor capacidad para planificar, tomar decisiones y mantener la atención.
    • Flexibilidad mental: Agilidad para cambiar entre reglas y perspectivas diferentes.
    • Memoria de trabajo: Mayor eficiencia para retener y manipular información al instante.
  • En resumen: No es que sean “más inteligentes” en un sentido global, sino que han entrenado su cerebro para ser más ágiles, eficientes y resolutivos en ciertos aspectos clave.
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