¿Planeas independizarte y vivir solo por primera vez? Sin duda, implica muchos retos, pero también ¡grandes recompensas!
Si bien dejar el hogar de tus padres conlleva a ser libre y hacer de tus tiempos y espacios lo que quieras, también es el momento en el que debes aceptar responsabilidades.
Pagar cuentas, y hacer labores domésticas son solo algunos ejemplos, por eso aquí te dejamos algunos consejos para tomar en cuenta antes de irte a vivir solo y que te ayudarán a mejorar la experiencia.
Plantéate qué es lo que quieres
Piensa por qué realmente te interesa independizarte, si quieres irte a vivir solo o acompañado, si deseas cambiar de ciudad, si vas a estudiar o trabajar o ambas cosas. Hacerte estas preguntas te ayudarán a establecer y darle claridad a tu objetivo y, sobre todo, a cumplirlo.
Haz listas y considera los primeros gastos
Hacer una lista de lo que tienes y de lo que necesitarás pondrá todo en perspectiva. Toma en cuenta que algunas serán imprescindibles como un refrigerador o tu computadora de trabajo y otras quizá deban esperar un poco más.
Además, puedes empezar por considerar que rentar un departamento requiere de un pago anticipado, que puede ser el equivalente a los 6 meses hasta un año.
Otro de los primeros gastos es el del flete de la mudanza. Pero, si tienes posibilidad de hacerlo por otros medios, podría ser algo que te ahorres siempre y cuando sea seguro.
Sé realista y calcula tus ingresos
Desde luego, los puntos anteriores dependerán de tus posibilidades económicas; sin embargo, es importante que antes valores lo que tú quieres para usarlo como motivante.
Ahora bien, considera si tus ingresos van a ser fijos o tendrán variaciones. Si tu fuente no es estable, es momento de analizar la opción de vivir con roomies; así como el tipo de espacio que podrías rentar (amplio o reducido, así como la zona).
Lo más recomendable, sea cual sea tu decisión, es ahorrar una suficiente suma de dinero antes de irte a vivir solo, con el fin de que te pueda servir en caso de necesitarlo en situaciones difíciles o de emergencia.
Haz un presupuesto de gastos fijos
¡Sí, aún más dinero! Esta lista va a ser recurrente mientras vivas tu independencia, pues se trata de gastos que no puedes dejar de hacer, como el pago del alquiler, de servicios como luz, agua, gas, internet y la compra de la despensa. Si estos gastos básicos, superan tus ingresos, quizá debas esperar.
Toma tu tiempo para buscar el mejor lugar para ti
Encontrar un lugar adecuado puede llevarte tiempo, sin embargo, debes pensar que será donde vivirás por algún tiempo y necesita ser un nuevo verdadero hogar. Internet suele ser la mejor forma de comenzar a analizar opciones, pues es fácil comparar precios.
Date el tiempo de ver físicamente los departamentos y de revisar absolutamente todo, puedes ir acompañado de algún amigo. Observa el estado de las instalaciones (eléctricas, de agua, de gas, etcétera) si no hay humedad, el acceso de luz natural, la ventilación, incluso si tienes buena señal en el celular. En fin, no limites tus preguntas.
Lee las letras chiquitas del contrato
Si ya te has decidido, habrá que firmar un contrato de arrendamiento, pero por más apurado o entusiasmado que estés, lee bien el contrato y aclara todas las dudas que tengas.
Entre los principales puntos que hay que saber antes de firmar están: qué servicios incluye el pago de la renta, si hay algún aumento en la renta cómo y bajo qué condiciones se hará si ocurre algún incidente debido a las instalaciones, quién corre con esos gastos, etcétera. Finalmente, ¡disfruta! Vivir solo requiere tiempo, dinero y esfuerzo, pero vale la pena. Pocas cosas son tan satisfactorias como tener tu propio lugar, aunque sea chico y alquilado.