Estudiantes de UVM Campus Puebla elaboran estos alimentos que no causan problemas intestinales
¿Te has tenido que privar de tus alimentos favoritos porque eres intolerante a la lactosa? ¡Buena noticias! Alumnas de la licenciatura en Nutrición de la Universidad del Valle de México Campus Puebla elaboraron estos alimentos con el fin de que cuando se consuman no causen problemas intestinales ni deficiencias nutrimentales.
En el 5º Encuentro Nacional de Nutrición y QFBT que se llevó a cabo en la UVM Campus Puebla, las estudiantes Cinthya Castillo, Mónica Raquel Bonilla, Mónica Inés Olivares y Tania Fernanda Tépox, creadoras de las donas y el yogur, comentaron que en nuestro país el 50% de las personas padecen intolerancia a la lactosa y existe poca variedad de productos que puedan consumir sin daño en su salud.
La preparación
El yogur está hecho con kéfir (un alimento similar al yogur, de sabor fuerte y agridulce, que se obtiene por fermentación de leche mediante un hongo específico; sirve para tratar diversos problemas digestivos, además de ser una alternativa excelente para las personas intolerantes a la lactosa) y leche deslactosada con tamarindo. Se deja fermentar el kéfir por dos días a una temperatura de 20o C, luego se retiran los búlgaros con una coladera y se le añade la fruta.
Las donas se elaboraron con harina de avena, espinaca, huevo, leche de almendras y plátano, y se hornean a 176 o C.
Ambos fueron preparados con productos ricos en calcio, proteínas y vitamina B12, además de minerales con bajo aporte calórico.
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
Las estudiantes explicaron que la intolerancia a la lactosa se debe a la baja producción de la enzima lactasa o una inexistencia de ella. La lactasa es una enzima producida en el intestino delgado que juega un papel vital en el desdoblamiento de la lactosa. Cuando los niveles de lactasa son bajos o esta no realiza bien su labor desdobladora, surgen dificultades para digerir la lactosa, lo que establece la diferencia entre la intolerancia congénita o adquirida.
Esta enzima es la responsable de la división de la lactosa en sus dos componentes disacáridos: glucosa y galactosa. Por ello, al momento de que la lactosa no es degradada, se queda en la luz del intestino, donde contribuye a la fermentación bacteriana, lo que da como resultado molestias en el abdomen, meteorismo (abultamiento del abdomen producido por la acumulación de gases en el tubo digestivo) y diarrea después del consumo de productos con lactosa.
La lactosa, señalaron, es el hidrato de carbono presente en la leche, siendo la leche y productos derivados la única fuente de lactosa en la dieta; la lactosa que proviene de productos lácteos tiene que digerirse para ser utilizada por células intestinales de los humanos y mamíferos. Sin el proceso de hidrólisis o catabolismo, la lactosa produce trastornos digestivos.
Dada la prevalencia de este padecimiento, la disponibilidad de productos sin lactosa es insuficiente y, en ocasiones, su alto costo hace que esté fuera del alcance de muchas personas. De ahí que las estudiantes de Nutrición buscaron contribuir a la creación de nuevos productos funcionales, con alto valor biológico y sin lactosa.
“Investigamos la función de la enzima lactasa en el cuerpo humano y la degradación de esta, y aplicamos el conocimiento creando los dos productos que son innovadores. La dona es apta para personas con intolerancia a la lactosa en su totalidad, la cual cuenta con la textura y el sabor característico de un postre. El yogurt, que tiene una textura ligeramente espesa, sabor ácido y concentrado como cualquier otro, es para pacientes que tienen disponible la enzima en cantidades mínimas”, comentó Cinthya Castillo.