Cuando un nuevo objeto cruza nuestro sistema solar, la comunidad científica suele catalogarlo y archivarlo. Pero ¿qué pasa cuando ese visitante interestelar actúa de forma extraña? Ahí es donde entra Avi Loeb, el astrofísico de Harvard que ha puesto la mirada sobre el cometa 3I/ATLAS, sugiriendo que podríamos estar ante algo mucho más fascinante que una simple roca con hielo.
Su hipótesis, que balancea entre lo revolucionario y lo polémico, nos invita a preguntarnos: ¿estamos solos en el universo y la respuesta está pasando frente a nuestras narices?
Esta nota no es sobre conspiraciones; es sobre ciencia que desafía el status quo. Te contamos quién es la mente detrás de esta teoría revolucionaria, qué argumentos esgrime y por qué deberías prestar atención a lo que pase con este misterioso viajero cósmico.
¿Quién es Avi Loeb? El científico de Harvard que no le teme a lo desconocido
Para entender por qué sus palabras generan tanto revuelo, hay que conocer al hombre detrás de las ideas. Abraham “Avi” Loeb no es un cualquiera:
- Curriculum de alto vuelo: Nacido en Israel, obtuvo su doctorado en Física a los 24 años. Hoy es profesor de Ciencias en Harvard, una de las universidades más prestigiosas del mundo.
- Mente prolífica: Es autor de nueve libros que exploran los grandes enigmas del cosmos, desde agujeros negros hasta el origen de las primeras estrellas.
- Líder en la búsqueda de vida extraterrestre: Dirige el Instituto de Teoría y Computación en el Centro Harvard-Smithsonian y, lo que es más crucial, es la cabeza del Proyecto Galileo. Este proyecto no busca pequeños hombrecitos verdes, sino evidencia tangible de tecnología alienígena: artefactos físicos o restos de civilizaciones avanzadas.
Loeb es, en esencia, un científico con las credenciales más sólidas que se pueden tener, pero con la audacia de cuestionar lo establecido. Tras el revuelo causado por el objeto interestelar Oumuamua, ahora centra su atención en el cometa 3I/ATLAS, un objeto interestelar cuyas peculiaridades, para él, merecen una investigación más profunda.
La Teoría: ¿Por qué el 3I/ATLAS podría ser algo más?
Avi Loeb no afirma con certeza que sea una nave espacial. Su postura es más sutil y, por ello, más interesante para la ciencia: no se puede descartar un origen tecnológico. Su razonamiento se basa en analizar las circunstancias y buscar explicaciones para lo inusual.
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¿Cuáles son los puntos clave de su hipótesis?
- La estrategia del ocultamiento: Loeb plantea que si el 3I/ATLAS fuera una sonda o una nave, su paso cercano al Sol (perihelio) y su posterior ocultamiento detrás de él, serían la cobertura perfecta. En ese momento, fuera de nuestra vista, podría liberar mini-sondas hacia otros planetas sin que nos diéramos cuenta.
- La ventana de oportunidad: Según sus publicaciones, el período entre noviembre y diciembre de 2025 es crucial. Es cuando debemos observar con telescopios si ocurre algo anómalo.
- Las señales decisivas: La teoría alienígena ganaría fuerza si se detectaran ciertos comportamientos:
- Que el objeto se fragmente en mini-objetos de forma no natural.
- Un cambio inexplicable en su trayectoria.
- Una reacción anómala a la luz solar que no coincida con la de un cometa común.
Si nada de esto ocurre, el cometa 3I/ATLAS seguirá su camino como un viajero interestelar ordinario, aunque gigantesco. Pero si se detecta alguna de estas anomalías cósmicas, la búsqueda de ET daría un giro histórico. Mientras tanto, Avi Loeb y su Proyecto Galileo seguirán escudriñando el cielo, recordándonos que la ciencia avanza no solo con respuestas, sino con las preguntas correctas.