En las relaciones, tanto personales como laborales, se suele orbitar alrededor de las personas positivas, que tienen un “no sé qué que qué sé yo” que las vuelve magnéticas, y que ese mismo magnetismo termina llevándolas a puestos elevados y ascensos, impulsados e impulsadas siempre por la confianza de las mayorías. A esta cualidad se le identifica como carisma, y aunque pareciera una cualidad exclusivamente innata, puedes desarrollar.
“El carisma es fundamental en nuestro día a día no sólo para obtener mejores puestos laborales y para ganarnos a los demás, sino que es de hecho un factor fundamental del impacto e influencia que se requieren para lograr un impacto positivo a través del liderazgo”, explicó Nora Taboada, coach ejecutiva, autora de Felicidad Activa y fundadora de AFE-Liderazgo Consciente, quien a continuación profundiza en el tema, y comparte cinco claves para desarrollar el carisma.
El carisma, es la capacidad que tienen algunas personas de atraer a otras de forma natural y se relaciona mucho con la personalidad; no es fortuito, ya que consciente o inconscientemente se desarrollan o poseen las siguientes cualidades: Poder, Presencia y Calidez, “dependiendo de cómo combines estos pilares será el tipo de carisma que poseerás. Por ejemplo, está el carisma de autoridad, que surge cuando una persona es líder y tiene una fuerte cualidad de Poder y menores dosis de Presencia y Calidez.
Del otro lado del espectro está el carisma de gentileza, que es el que se utiliza para hacer sentir a los demás apreciados o aceptados. En este caso existe un alto nivel de Calidez, y menos de Poder y Presencia. Por su parte, el carisma de foco, se presencia cuando la persona en cuestión se involucra completamente en el momento; cuando más se utiliza es en las interacciones uno a uno, y requiere de mayores dosis de Presencia y menores de Poder y Calidez.
Explicado lo anterior, Taboada comparte algunas claves para desarrollar el carisma que más se adecúe a cada uno.
Sonreír/hacer contacto visual
En el día a día es más probable que una persona se acerque a pedir ayuda a una persona carismática que le ofrezca una sonrisa al verla que a otra que tenga aura de inaccesibilidad; puede ser que esa persona sea muy agradable y que sólo tenga un mal día, pero muchas veces una sonrisa o la carencia de ella aporta a los demás información inconsciente sobre si es buena idea acercarse a convivir o preguntar. Por su parte, mientras se sostienen conversaciones es recomendable mirar a los ojos tratando de sostener una mirada serena.
Aprender a escuchar
Se trata de una cualidad muy valiosa hoy en día que ayuda a conectar con los demás y construir relaciones edificantes y con significado. Esto es especialmente importante si se es líder de equipo, sin embargo, cuenta para cualquier caso. “Trata de verdaderamente pausar tus actividades y tus pendientes para escuchar a los demás con interés genuino. Si eres líder o lideresa, interésate por sus gustos, pasiones, así como por sus roles dentro de la empresa”, recomendó la experta.
Ser amables
“No es necesario tirarse al piso por los demás, porque corres el riesgo de verte poco auténtico, más bien, se trata de brindar a los demás nuestro tiempo con sabiduría, así
como cultivar un sentido de trascendencia en el que nuestras metas y objetivos estén por encima de nosotros mismos y busquen el bien común”, explicó Taboada.
Ser resilientes
Se dice popularmente que es en las situaciones complicadas en las que las personas exponen su verdadero carácter. La resiliencia es clave no sólo para afrontar los momentos difíciles desde la perseverancia y los objetivos claros, sino también para servir como apoyo a otras personas que pasan por esto en el trabajo o en la vida personal, lo cual es un rasgo de empatía, e incrementa el carisma.
Trabajar la confianza personal
Es decir, “en nuestras capacidades y habilidades; en lo que somos buenos y en las situaciones en las que nuestros conocimientos pueden ser útiles a los demás desde la confianza personal”. Recomendó la autora de Felicidad Activa, quien indicó que esto puede fortalecerse siendo auténticos con quien se es en realidad, así como empáticos con los demás, y fortaleciendo la habilidad para crear relaciones positivas.
“Recuerda definir en principio qué tipo de carisma te sería más útil, a fin de crecer profesionalmente, mejorar tus relaciones, y obrar en consecuencia. Finalmente, lo mejor es que cuando practiques estos consejos no lo hagas esperando algo a cambio, sino como un ejercicio para crecer tú y ser más feliz, lo demás vendrá poco a poco y por su cuenta; ¡éxito!, finalizó Taboada.